martes, 20 de octubre de 2009

20 años de la caída del muro de Berlín. El fin de la Guerra Fría.

La noche de 9 noviembre de 1989 el muro de Berlín comenzó a despedazarse. Con él también caía una forma distinta de ver el mundo. Evidentemente no fue un hecho aislado ya que tuvo sus antecedentes y sus consecuencias, pero lo que no se puede negar es que fue un acontecimiento cargado de simbolismo. Era el fin de la Guerra Fría.

La Perestroika, Mihail Gorbachov, la ruptura de Yugoslavia, el fin del Pacto de Varsovia, la caída de regimenes comunistas en la Europa del Este, etc... ponían la puntilla a casi cincuenta años de tensiones entre dos bandos bien diferenciados. Las tiranteces y las constantes amenazas entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética fueron palpables para el resto del mundo. Era una guerra incruenta, sin presuntas bajas directas, y en la que los contrincantes se dedicaban a ser ejes de ejecución de estrategias políticas a lo largo y ancho del mundo.

Es aventurado hablar de un género cinematográfico que hable explícitamente de este enfrentamiento entre dos superpotencias. La realidad es que se habla del conflicto de manera sesgada, ya bien sea a través del cine bélico que nos sitúa en el territorio donde hubo enfrentamientos indirectos como Korea o Vietnam, o bien un cine de espías con luchas veladas entre los dos grupos, todo ello pasado bajo el filtro del terror ante una inminente guerra nuclear.

Como siempre Hollywood se implicó en la propaganda. Los inicios de la Guerra Fría fueron muy convulsos en el la Meca del cine. Fue un momento de purga masiva con "La caza de Brujas" del senador Joseph McCarthy entre 1950 y 1956. Los Estados Unidos habían puesto su punto de mira en un nuevo enemigo en el exterior, y por ello debían cortar de raíz cualquier indicio a su favor dentro del seno de su propio país. El Senador se dedicó a todos los ámbitos de la vida política, militar y cultural del país,por lo que era inevitable su paso por Hollywood. Guionistas, directores, actores, productores, todos pasaron por el filtro de McCarthy. Un tema apasionante del que ya hablaremos.

Continuando con la Guerra Fría una vez más, como ocurrió con la II Guerra Mundial, se echó mano del cine como medio para motivar e incitar a la lucha contra el enemigo de occidente. Curiosamente la maquinaria propagandística fue más prolífica durante los años 80, casi al final de la guerra, con un mensaje más directo y aterrador que lo anteriormente visto. Es en esa década cuando surgen productos como Red Dawn (1984) de John Milius, Invasion USA (1985) de Joseph Zito, Rambo III (1988) de Peter MacDonald, etc... No vamos a valorar su calidad pero nos sirven para ejemplificar el tipo de mensaje que se buscaba en esa época. Es el momento de Reagan y su guerra de las galaxias, del boom económico de los 80 en los Estados Unidos. Su visión del mundo se tornaba más radical y por ello se buscaba un mensaje explícito. Dicho mensaje era también una especie de aviso para las producciones fílmicas pesimistas que se habían levantado raíz del fracaso de Vietnam. Lo filmado anteriormente era subjetivo en el sentido de que tendríamos que hablar de las motivaciones personales del cineasta que lo ha ideado. Ya sea a favor de la causa o en contra, era difícil encontrar una balanza más inclinada hacia el lado del pensamiento americano como en los años 80.
Un caso interesante de cine a contracorriente lo constituye la película Seven days in may (1964) de John Frankenheimer, en la que se nos relata un supuesto golpe de Estado por los militares en los Estados Unidos de América tras la firma, por parte del gobierno americano, de un acuerdo de desarme nuclear total con los rusos. Un tema extremadamente delicado en aquella época.
Otros títulos que podemos consultar para contar este momento de la historia, con cierta visión crítica, son One, two, three (1961) de Billy Wilder, en la que se nos relata las aventuras y desventuras de un trabajador de la Coca Cola en el Berlin Oeste; Dr. Strangelove or: How I learned to stop worrying and love the bomb (1964) de Stanley Kubrick donde un general quiere a toda costa empezar el holocausto nuclear.
El miedo intrínseco al desastre nuclear fue uno de los motivos por los que ambos contendientes tuvieron el máximo de los cuidados antes de apretar el botón de lanzamiento.
Depués de la caída del telón de acero hemos tenido más cine dedicado a este acontecimiento como Thirteen days (2000) de Roger Donaldson para contanos un de los momentos más tensos, entre los dos contendientes, como fue la crisis de los misiles de Cuba.
A todo esto tenemos que añadir el cine motivado a raíz de los conflictos generados por las influencias de ambos países. La Guerra de Korea, Vietnam, Indochina, Afganistan, los espías, el muro de Berlín... todo fue llevado a la "gran pantalla" con más o menos fortuna.
La máquina de Hollywood relató todos estos acontecimientos, en la mayor parte de los casos desde un único punto de vista, para contarnos o adoctrinarnos sobre qué es lo que estaba pasando o había pasado en el mundo.
Este artículo se ha orientado hacia el eje americano dado que es el que más nos ha llegado. Bien es cierto que falta hablar de la visión de los cineastas europeos y rusos, pero es que ste tema da mucho y por ello hemos decidido avanzar en él acotándolo por ejes de influencia. Poco a poco iremos desarrollándolo.

Un saludo

martes, 6 de octubre de 2009

FESTIVAL DE SITGES Y CINE FANTÁSTICO ESPAÑOL

Todavía no hemos terminado de recoger la alfombra roja del Festival de San Sebastián y ya tenemos que volver a desplegarla para el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, y ya van 42 ediciones. El 1 de octubre comenzó una de las citas más importantes para los amantes de los géneros como el terror, la fantasía y la ciencia ficción.
Estamos de enhorabuena porque la inauguración del festival ha sido con una película española. Rec 2 ha hecho las delicias de los seguidores del género gracias a la mano de Jaume Balagueró y Paco Plaza. Y seguro que tiene mucho que decir Hierro de Gabe Ibáñez o Ingrid de Eduard Cortés.
La verdad es que tenemos una larga tradición en la fantasía, el terror o la ciencia ficción. En la mente de todos están presentes los nombre de Jesús Franco o Paul Naschy, verdaderos impulsores de este tipo de cine en nuestro país. Ellos son la cabeza visible de un cine todavía en pañales en aquella época, pero no nos podemos olvidar de otros nombres como Josep María Valls, Pastel de Sangre (1971); Alfonso Balcázar, La casa de las muertas vivientes (1972); Amando de Ossorio, Las garras de Lorelei (1973); Juan Piquer Simón, Mil gritos en la noche (1982). Evidentemente estos son sólo unos pocos nombres ya que la gesta en este terreno paracía no tener fin en los años 70 y 80 del siglo pasado. La fórmula no variaba mucho: Argumento sencillo y producción rápida. Todo se movía entre el Diablo, posesiones infernales, seres del abismo, vampiros, algún que otro psicópata todo ello pasado por cantidades industriales de sangre y de señoritas escasas de ropa. Pero la cuestión es que la fórmula funcionaba y muy bien.
Según han pasado los años la producción se ha relajado bastante pero se le ha intentado dotar de más calidad, ya sea a través de dinero invertido o argumentalmente. El terror más carnal ha ido dejando paso al terror más psicológico o a la fantasía más elaborada. Llegó 1995 y Alex de la Iglesía nos presentó El día de la Bestia y tras él llegaron otros con ideas distintas de entender estos géneros como Alejandro Amenábar con Abre los Ojos (1997); Jaume Balagueró con Los sin nombre (1999); Mateo Gil con Nadie conoce a nadie (1999).
Como culminación tenemos la creación de, la ya desaparecida, Fantastic Factory dirigida por Julio Fernández y Brian Yuzna. Fue un buen intento por crear una productora dedicada al cine de terror y ciencia ficción en España con colaboraciones del extranjero y gracias a ella tenemos productos como Darkness (2002) de Jaume Balagueró, Beyond Re-animator (2003) de Brian Yuzna y Bajo aguas tranquilas (2006).
Lo que queda claro es que el espíritu de esas películas de los 60, los 70 o los 80 ha perdurado en los nuevos realizadores. Todos sentimos cierta añoranza de esas producciones que contaban con más espíritu que medios. Gracias a ellos hemos ido creciendo y está claro que los resultados son inmejorables. Las producciones españolas han sabido asimilar los requisitos mínimos de estos géneros y además hemos dotado de originalidad a nuestros productos y están ofreciendo calidad al resto del planeta. Y eso es una gran noticia para todos.
Un saludo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

LOS 40 MEJORES DIRECTORES DEL MUNDO SEGÚN THE GUARDIAN

No hace mucho The Guardian decidió publicar una lista con los 40 mejores directores del mundo en la actualidad. Este tipo de listados suelen traer cola y por eso os invitamos a comentarla. La lista es la siguiente y también os ofrecemos el enlace directo con The Guardian.

Lista:
1.- David Lynch
2.- Martin Scorsese
3.- Joel y Ethan Coen
4.-Steven Soderbergh
5.- Terrence Malick
6.- Abbas Kiarostami
7.- Errol Morris
8.- Hayao Miyazaki
9.- David Cronenberg
10.- Terence Davies
11.- Lucas Moodysson
12.- Lynne Ramsay
13.- Bela Tarr
14.-Wong Kar-Wai
15.- Pedro Almodóvar
16.- Todd Haynes
17.- Quentin Tarantino
18.- Tsai Ming-Liang
19.- Aki Kaurismaki
20.- Michael Winterbottom
21.- Paul Thomas Anderson
22.- Michael Haneke
23.- Walter Salles
24.- Alexander Payne
25.- Spike Jonze
26.- Aleksandr Sokurov
27.- Ang Lee
28.- Michael Moore
29.- Wes Anderson
30.- Takeshi Kitano
31.- Richard Linklater
32.- Gaspar Noé
33.- Pavel Pawlikowski
34.- David O Russell
35.- Larry y Andy Wachowski
36.- Samira Makhmalbaf
37.- Lars Von Trier
38.- Takhashi Miike
39.- David Fincher
40.- Gus Van Sant

Enlace: http://film.guardian.co.uk/features/page/0,11456,1082823,00.html

El debate está abierto.

Un saludo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

57 FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

Estamos todos de enhorabuena porque, un septiembre más, San Sebastián celebra su festival de cine. Estrellas, alfombra roja, sonrisas, fotógrafos, admiradores, periodistas y críticos de cine... todo en su conjunto da forma a uno de los espectáculos más esperados del año cinematográfico español.
Cincuenta y siete ediciones llevamos desde que diez empresarios donostiarras tuvieran la idea de crear un festival de cine para atraer gente a su ciudad allá por el año 1953. En sus orígenes sería un festival de cine hispaño pero pronto saltó al ruedo internacional. A través del duro trabajo de sus organizadores y del apoyo popular irá creciendo en importancia con los años hasta llegar al enorme éxito del que disfruta en nuestros días. Tenemos la suerte de contar con libros como 50 años de rodaje de Diego Galán para bucear dentro de las entrañas del festival a lo largo de 50 años y maravillarnos con los personajes que han pasado, con más o menos éxito, por su alfombra.

Este año veremos muchas películas y seguro que el jurado no lo tendrá nada fácil para decidir quién será el ganador de la Concha de Oro a la Mejor Película. El jurado de la Sección Oficial está compuesto por: Laurent Cantet (Presidente) director de Entre les murs o La clase (2008) como la conocemos aquí; Bon Joon-Ho director de The Host (2006); Daniel Giménez Cacho, actor de películas como La Mala educación (2004); Pilar López de Ayala, actriz de películas como Sólo quiero caminar (2008); John Madden, director de películas como Shakespeare in love (1998); Samira Makhmalbaf, directora de Two-legged horse (2007) y Leonor Silveira, actriz de películas como La Lettre (1998).

Hoy día 23 de septiembre Sir Ian McKellen recibe el Premio Donostia por su brillante carrera. Ya recibió en su día la Concha de Plata al mejor actor en 1998 por Dioses y Monstruos de Bill Condon.

Deseamos suerte a todos los participantes en la sección oficial del festival y esperamos que el público disfrute con todas las películas que se exhiben a lo largo de estos días.

Un saludo.

miércoles, 26 de agosto de 2009

TERROR Y HACER CINE CON NUESTROS MIEDOS

Ya está aquí para nuestro disfrute la nueva película de Lars Von Trier, Antichrist. No vamos entrar en ella porque bastante se ha hablado ya y más que se hablará. Polémicas y críticas al margen hay que decir que se trata de una película de terror, sencillamente, que no es poco. Es una posibilidad para ver una nueva vuelta de tuerca más de un género que siempre está en un segundo plano, pero que nos ha dado alguno de los momentos más electrizantes del cine en los últimos 30 años, e incluso desde antes porque todavía impresiona ver Nosferatu (1922) de F. W. Murnau. Hablar de su valor o de su peso dentro del séptimo arte no tiene mayor sentido porque algo tendrá cuando personajes del tamaño de Lars Von Trier o Stanley Kubrick han dejado su huella en él. Además ha creado sus propias figuras como George A. Romero, Night of the living dead (1968); Dario Argento, Inferno (1980); Wes Craven, The last house on the left (1972); John Carpenter, Halloween (1978); asi como, Takashi Miike, Odishon (1999) M. Night Shyamalan, The Sixth sense (1999)... Todos ellos han jugado con nuestros miedos y han combiando todas las posibilidades fílmicas posibles para captarnos y adentrarnos en sus proyectos. Utilizan todos los trucajes posibles para hacernos saltar de la butaca. Unos optan por los efectos especiales y golpes visuales, otros prefieren moverse por los terrenos pantanosos de la psicología jugando con nuestros miedos, las hay de una limpieza visual impecable y también con imágenes explícitas y sangrantes. La temática varía desde los clásicos vampiros, zombies, monstruos diversos venidos del más allá, asesinos en serie, exorcismos, un vecino perturbado...explotando un filón que no deja de cansar a los espectadores sufridores que pagan su dinero para dejar que el corazón se les acelere, y que esperan ansiosos su dosis de miedo. Aquí está parte de la genialidad del terror, que pagamos para pasarlo mal, y la película que más nos haga sufrir es por la que de verdad merece la pena gastar unos pocos euros.
¿Cúal ha sido la mejor? ¿Cuál nos ha dejado petrificados? ¿Cuál nos ha impactado más? Es una cuestión muy seria y que no tiene fácil respuesta. Unos votarán por The Exorcist (1973) de William Friedkin o por The Shining (1980) de Kubrick como grandes clásicos del género. La lista nunca debería cerrarse, por eso a través de vuestros comentarios nos gustaría que dejarais vuestras propuestas sobre cuál o cuáles son algunas de las mejores películas de terror de la historia del cine.

Un saludo.

miércoles, 5 de agosto de 2009

VERANO Y CIUDAD EN EL CINE

Es fácil olvidar los 35 grados de la calle cuando uno está refugiado dentro de una tienda climatizada. Este julio nos ha dejado unos buenos días de temperaturas infernales y agosto también promete más dosis de calor en exceso. El cine se ha servido multitud de veces del calor para crear atmósferas opresivas por las que hacer sufrir a los personajes. No hay nada mejor que un plano general de una ciudad con la luz distorsianda producto del calor en el ambiente, para que el espectador comprenda que la acción va a transcurrir entre sudores y un asfalto hirviendo que penetra en nuestra piel con cada paso que damos a través del actor. Hemos visto a lo largo de los años algunas películas que discurren en plenas olas de calor o que el verano ha afectado al comportamiento de sus personajes. Tal vez no sean las más significativas pero se pueden resaltar algunas. Por ejemplo Body Heat (1981) de Lawrence Kasdan. En esta película se desatan las pasiones en el marco de una ciudad asolada por una ola de calor opresivo y asfixiante que envuelve a sus personajes y deja libre su lado más salvaje. También se puede mencionar Falling Down (1993) de Joel Schumacher, o como la conocimos nosotros, Un día de furia. La película comienza con un Michael Douglas atrapado en un enorme atasco en un verano caluroso. Estos factores hacen que a partir de ese momento se inicie su particular batalla quijotesca para poder llegar hasta su casa. El calor y la ciudad también tiene su protagonismo en Fallen Angels o Duo luo tian shi (1995) de Wong Kar Wai, y las altas temperaturas de la noche son la excusa perfecta para hablar de In the Heat of the Night (1967) de Norman Jewison en la que Sidney Poitier tiene que resolver un asesinato ocurrido durante una calurosa madrugada en una ciudad sureña de Estados Unidos. Takeshi Kitano nos invitaba a saber divertirnos a pesar de los calores en su Kikujiro No natsu (1999) acompañando al pequeño Masao en la búsqueda de su madre y, para entrar en la ciencia ficción, el monstruo alienígena de Predator 2 (1990) esperaba a años muy calurosos para inciar su caza . Seguro que hay muchas más y mejores para hablar de este fenómeno, pero esta pequeña muestra sólo es para hacernos pensar en otras películas que hablan de vacaciones y tiempo de ocio porque el verano también es algo más que pasarlo mal en la ciudad soportando elevadas temperaturas.

Un saludo.

jueves, 23 de julio de 2009

REDECORANDO LA LUNA

Se cumplen cuarenta años de la llegada del hombre a la Luna. El 20 de julio de 1969 el señor Neil Armstrong pisa tierra lunar junto con sus compañeros. El 20 de julio de 2009 unos empleados de librería desearían estar en la Luna antes que moviendo cajas, libros y muebles para redecorar su lugar de trabajo (Esto último es broma, por supuesto). El caso es que estos intrépidos hombres, los de la librería, no los del Apollo XI, comenzaron a hablar del tema de la Luna y el cine. La verdad es que el cine siempre ha querido salir de los límites de la Tierra en busca de nuevas formas de entretenimiento. Ya desde el comienzo de los tiempos del cine se imaginaba la llegada del hombre a la luna. Un ejemplo es la película de Mèliés Le Voyage das la lune de 1902 o From the Earth to the Moon de Byron Haskin en 1958, pero en realidad la Luna no fue el límite. El cine siempre ha mirado más allá de nuestro satélite e imaginaba invasiones desde Marte, Invaders from Mars de William Cameron Menzies o incluso desde más lejos. Siempre eran ellos los que venían a nosotros, por lo general a someternos o aniquilarnos, y escasas son las ocasiones en las que nosotros hemos ido a devolverles la visita. Lo curioso del tema es que han sido pocas las películas que han tratado el acontecimiento en sí, es decir, el relato del viaje de los astronautas del Apollo XI a la Luna. Tal vez sea porque todos lo vimos en directo por la televisión y eso hizo que se difuminara su magnitud. Era como si Vietnam y la Luna estuvieran al mismo alcance, es decir, acercándose al televisor y encendiéndolo. La realidad es otra... no interesó en su día hacer una película espectacular porque la misión salió bien. De verdad que es así. Si lo hubieran pasado fatal, si hubieran tenido mil y un problemas, si huebieran descubierto vida inteligente en la Luna o si hubieran destapado un complot alienígena para destruir la Tierra entonces seguro que tendríamos película de gran presupuesto salidita del horno de Hollywood para el uso y disfrute de todos nosotros. Todos los grandes acontecimientos de la humanidad, según Hollywood, tienen su versión cinematográfica, a saber, Grecia, la caída del Imperio Romano, las grandes revoluciones, el descubrimiento de América, y si las tenemos es porque fueron cruentas o porque supusieron un enorme cambio en el rumbo del planeta y sus habitantes (insistimos, según Hollywood). En fin, poco más tenemos que decir. Seguiremos redecorando la tienda mientras mantenemos debates como este.
Un saludo.