lunes, 8 de noviembre de 2010

Pensando en cine: CONTRA LA HIPERMETROPÍA, de Fernando León de Aranoa


El oficio de hacer películas según el director de “AMADOR”. Dice León de Aranoa en esta selección de textos editados por Debate que las historias vienen a ser prácticamente las mismas desde hace siglos, y lo que legitima la función de los contadores de historias es cómo las transmiten a sus receptores. Un director de cine es un narrador audiovisual de historias. Y el cineasta madrileño no ha dejado de preguntarse sobre sus razones para dedicarse a esta profesión casi desde el mismo día que rodó su primer largometraje, “FAMILIA”, en 1996. Hoy, once Goyas y una Concha de Oro de San Sebastián -entre otros galardones- más tarde, sigue cuestionándose a diario su papel en el oficio de contar. A menudo lo hace por escrito.

En estas páginas desvela las claves de su forma de mirar: los temas que le tocan y terminan convertidos en películas; las anécdotas que podrían llegar a la gran pantalla pero mutan en relatos cortos (por los que ha obtenido el Premio Antonio Machado en dos ocasiones); los compañeros de profesión que le aportan otros puntos de vista; y los textos elaborados alrededor de sus películas, como herramientas internas de trabajo, artículos y reportajes o notas de rodaje. En CONTRA LA HIPERMETROPÍA, el director confiesa que su pasión en la vida era el dibujo hasta que se le cruzó un curso para escribir guiones y descubrió la urgencia de escribir. Cuando rueda intenta conciliar ambas obsesiones a través del guión, el storyboard y las imágenes finales, trabaje en un largo de ficción (“BARRIO”, “LOS LUNES AL SOL”, “PRINCESAS”) o en un documental (“LA ESPALDA DEL MUNDO”, “CAMINANTES”, “BUENAS NOCHES, OHUMA”); y ruede en Vigo, en México o en Uganda. Porque para él hay una necesidad básica y vital que recorre todas estas historias: que el cine se ocupe de lo que ocurre cerca, de lo que pasa todos los días frente a sus ojos.

Más información: www.ochoymedio.com www.editorialdebate.com

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