Se suele decir que el verano está regañado con el buen cine. Es un tiempo de relajación y vacaciones, supuestamente, y por ello apetece menos ir a ver una película. Creemos que las productoras dejan sus grandes apuestas para climas más frios. Es un tiempo para ver películas más ligeras o menos interesantes según el pensamiento tradicional, pero esta tendencia no es del todo real. Echando un vistazo a los cines que tenemos justo delante de la librería podemos ver que hay estrenos interesantes como Despedidas, ganadora de un Óscar a la mejor película extranjera, o Still Walking, Tres Monos, Desgracia. Incluso en los grandes cines tenemos muchas opciones para ver buen cine como por ejemplo la gamberrada de Brüno o la muy esperada Inglorious Basterds de Tarantino, sin olvidar a Coppola con su Tetro, o cualquiera de las otras películas que tenemos ahora en cartelera. En realidad siempre es buen momento para ver cine porque éste no entiende de climatologías y por ello podemos disfrutar de una gran oferta también en verano. El plan perfecto es pasar un par de horas dentro de un cine por la tarde, y una vez pasado el calor, aprovechar para tomar un refrigerio en una de las miles de terrazas de Madrid mientras debatimos enérgicamente sobre la película que acabamos de ver. Eso es otro de los logros del séptimo arte, nos ayuda a evadirnos de todo. Por eso os animamos a seguir yendo al cine haga el clima que haga.
Un saludo.
sábado, 18 de julio de 2009
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2 comentarios:
Me gusta. Pero has olvidado mencionar Paranoid Park de Gus Van Sant.
Estoy de acuerdo. Interesante artículo. Además la mezcla cine y luego terracita es muy acertada.
Juan
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