sábado, 21 de noviembre de 2009

CINE RURAL

Este año estamos de celebración. Se cumplen 25 años del estreno de Tasio (1984) de Montxo Armendáriz. La vida del minero Tasio Ochoa en su ambiente diario contada junto con testimonios reales es una de las realizaciones más celebradas de su director. La película marcado carácter documental engrosa la lista de uno de los géneros más característicos del cine español.
El cine rural es un referente dentro de nuestra cultura. Son muchos los cineastas que han dirigido sus miradas hacia la España más presente en gran parte del siglo XX. Sinceramente, la urbe es un invento más reciente de lo que nosotros creemos. Las grandes migraciones hacia las ciudades son prácticamente de los años 60 ó 70 y con ellas el abandono progresivo de los pequeños núcleos poblacionales. Además, desde esos años, han ido viviendo dándose la espalada mutuamente. Esta indiferencia se convierte en olvido si vemos muchos de los filmes de temática rural. El olvido de otra forma de vida con sus alegrías y miserias suele ser, cada vez con más frecuencia, la línea argumental de la mayoría de los cineastas que se lanzan a retratar este mundo. La emigración a la ciudad, el peligro de extinción de los pueblos, el constante abandono de sus modos de producción, la soledad, la incomunicación, la visión de un pasado olvidado, los horribles crímenes que se cometieron basados en el odio... son otros de los hilos conductores del género.

A modo de revisión podemos hablar del magnífico relato de Luis Buñuel en Las Hurdes, tierra sin pan (1932). La extrema pobreza por la que pasaba el campo y, en especial esta zona, es la excusa del genial director para acercarse al mundo rural.
Más adelante fue Luis García Berlanga quien narró la vida cotidiana de un pueblecito expectante ante la llegada de los americanos en Bienvenido Mr Marshall (1953).
Furtivos (1975) de José Luis Borau presenta una España atrasada en muchísimos aspectos, en un drama provincial en el que los acontecimientos llevan a sus personajes hacia el desastre.
La España negra con sus crímenes es contada con toda la crudeza por Pilar Miró en El crimen de Cuenca (1979). Historia basada en acontecimientos reales ocurridos a principios del siglo la polémica la acompañó pues es el único filme español prohibido durante la democracia, aunque finalmente logró estrenarse en 1981. También, como referente a la crónica negra de España, tenemos la interpretación de los crímenes de Puerto Hurraco en 1990 reconstruidos en El séptimo día de Carlos Saura (2004) con guión de Ray Loriga.
El dibujo cruel de la España rural de los años 60 llegó de la mano de Mario Camus con su espectacular Los Santos Inocentes (1984) con la que Alfredo Landa y Francisco Rabal ganaron el premio a la mejor interpretacón masculina en el Festival de Cannes.
Amanece que no es poco (1989) es un dulce locura de José Luis Cuerda de un pueblo que adora a Faulkner y merece estar en esta pequeña lista de películas sobre la temática rural.
Más recientemente se han presentado filmes como El silencio roto (2001) de Montxo Armendáriz o El cielo gira (2004) de Mercedes Álvarez, donde los propios vecinos de un pueblecito nos cuentan el vacío en el que viven debido a la emigración hacia la ciudad. También está Elogio de la distancia (2009) de Julio Llamazares y Felipe Vega en la que se nos muestra el relato de la vida de un pueblo de Lugo durante un año entero.

Esta es una pequeñísima muestra de un género que destaca en la historia de nuestro cine. Suele ser mimado por sus realizadores y por eso este pequeño homenaje desde esta humilde página.

Un saludo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿como has olvidado "Flores de otro mundo", que muestra una España rural más actualizada? En esa línea hace un año vi otra película interesante "Un novio para Jasmine".
saludos
Laura M.